Nick tiene veinte años. Está escribiendo su tesis sobre Henry James, y abandona la provincia para vivir en Londres, en casa de Toby Fedden, su mejor amigo. El joven está fascinado por la belleza de Toby, que es heterosexual, pero también por todos los Fedden, su dinero, su clase, su cultura y un saber vivir sin prejuicios. Y no porque la familia Fedden sea de izquierdas: Gerald, el padre, es un político en alza en el gobierno de Margaret Thatcher. Es el verano de 1983, y Nick se implicará cada vez más en esa Inglaterra de fiestas interminables y euforia económica, donde todo parece posible. La suntuosa novela de Alan Hollinghurst se abre ante el lector como un vasto retablo de la era thatcheriana.
Alan Hollinghurst: La línea de la belleza (Anagrama)